Recientemente la entidad periodística Maldita.es me consultó mi opinión al respecto de un artículo recientemente aparecido en la prensa. Maldita.es está especializada en la comprobación de hechos y la neutralización de bulos mediante la difusión de información rigurosa proveniente de especialistas del mundo científico.
Previamente se habían encontrado pequeñas cantidades de ciertos contaminantes en los tampones, así que un grupo científico ha analizado los niveles de una serie de elementos, algunos de ellos bastante tóxicos. Los resultados han sido publicados recientemente y efectivamente, sí, se pueden detectar algunos de estos elementos en los tampones. ¿Significa eso que debemos preocuparnos y dejar de utilizar tampones?
Según mi criterio y mi experiencia, estudios como este son muy importantes para conocer los riesgos ambientales a los que las personas del sexo femenino estamos expuestas de manera diferencial. Nuestra carga de enfermedad diferencial respecto a las personas de sexo masculino está fuertemente determinada por nuestra diferente biología. A su vez, esta carga de enfermedad está también fuertemente impactada por los factores de riesgo asociados al género, pero que no tienen su base en la biología sino en la organización social y los estereotipos culturalmente asociados al sexo femenino.
Este estudio es tan solo el primero de varios para comprobar si estos elementos detectados afectan la salud de las mujeres que usan, o han usado, tampones. Hace tiempo que sabemos que estamos expuestas a ellos de manera realmente masiva a través del humo del tabaco y los vehículos, la contaminación atmosférica y una alimentación pobre en productos vegetales frescos. ¿Serviría de algo dejar de usar tampones? ¿Protegería nuestra salud renunciar a la comodidad, ventajas higiénicas y libertad de acción que proporcionan los tampones?
El presente estudio no nos responde a estas preguntas. Por el momento no hay sospechas de que sea así por los datos generales de salud femenina. Sin embargo, no deberíamos contentarnos con lo que sabemos. Necesitamos saber más. El siguiente paso debe ser la realización estudios específicos sobre la salud reproductiva y sexual femenina que descarten totalmente riesgos para la salud.
Puedes leer mis comentarios en contexto con los de otras personas de diferentes especialidades científicas que también aportan valiosa información en el siguiente enlace:
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