Por fin llegan las vacaciones. El momento para descansar y relajarse después de un duro año de trabajo o estudio. Y también llega el momento de dejar nuestra mente vagar por las vidas de otros a través del cine o la lectura ¿Qué serían esos largos viajes en tren o autobús sin una buena lectura? ¿O esas eternas escalas en los aeropuertos? Un libro siempre ayuda a que se hagan menos pesados e, incluso, se integren en disfrute vacacional. ¿Y qué me dices del placer de disfrutar de una novela amena en la tumbona de la piscina, sobre la arena de la playa o en una hamaca a la sombra de dos frondosos árboles en la montaña? ¡Ay! ¡Qué maravilla!
Sé que la oferta literaria es inmensa. Tienes a tu disposición cientos de miles de libros de todos los géneros, clásicos y contemporáneos, ensayos y novelas. Los clásicos son garantía de calidad y los autores contemporáneos de frescura y actualidad. ¿Y qué puedo ofrecerte yo en este universo de la literatura?
Pues bueno, yo no soy Víctor Hugo ni Emilie Bronte, no voy a intentar meterte esa trola, pero me dicen que escribo bien. Mi primera novela de la saga «Pozos de pasión» mereció el sello Talento de la editorial Caligrama del grupo Penguin, si eso te sirve de garantía. En mis libros hay aventura, humor, amor y algo de erotismo…
Bueeeeno, vaaale, que sí, que hay mucho sexo, es que soy investigadora en salud reproductiva y sexual y si no hablo de sexo, reviento. No obstante, en mi defensa tengo que contarte que no es de ese sexo hedonista, estereotipado y tan machista que puebla la literatura contemporánea. En mis novelas el sexo no sólo es un recurso literario de placer (que también) sino una manera de divulgar sobre salud sexual.
Ya sé que es una combinacion rarita: romanticismo y ciencia. Pero mira a Ali Hazelwood y su saga de científicas feministas envueltas en intrigas y amoríos de lo más apasionado. Pues en mis libros no vas a encontrar tanta idiosincrasia interna del mundillo académico, sino algo más de «campo».
La ciencia está hecha para mejorar la vida de las personas y muchas mujeres mueren aún durante el embarazo, el parto o el puerperio. Yo me apunté a esto pensando que mi biología celular y molecular podría evitarlo. Y, aunque aún quedan muchas herramientas que la biomedicina puede aportar, con gran estupor me encontré que simplemente con que esas mujeres, muchas de ellas jóvenes o adolescentes, contaran con matronas y acceso a unos mínimos servicios médicos, la mayoría de las muertes se podrían evitar.
Pero el trabajo de las matronas es mucho más arriesgado de lo que pudieras pensar. El machismo galopante dificulta su trabajo, poniendo trabas para que las mujeres puedan cuidar su salud y la de sus hijos ¿No te lo puedes creer? Pues echa un vistazo a mis libros, mis datos, como los de Ali, no son inventados, son muy pero que muy reales.
Yo no hago esto por dinero o fama, sino por la ciencia y por los derechos de la mujer y sus bebés a su salud. Por eso, mis novelas son solidarias: todo lo que me llega como derechos de autora lo dono a ONGs que trabajan en causas justas.
No conozco de ninguna otra saga de novelas que ofrezca tanto. Toda la acción, la emoción y la pasión forman parte de un mensaje de amor solidario. Así que, vuelvo a mi pregunta inicial ¿quién podría darte más?
Pozos de Pasión 
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