Un informe de la Universidad de A Coruña ha identificado hasta 14 elementos tóxicos en muestras de pellets recogidas en una playa de Muxía. El aditivo encontrado en mayor proporción es el Poly, denominado comercialmente como Tinuvin 622, un fotoestabilizador que, aunque su solubilidad en agua es baja, el propio fabricante reconoce que es “moderadamente tóxico para los organismos acuáticos”.
Muchos bebés ingieren microplásticos desde que están formándose en el vientre de la madre, y/o los beben en la leche materna, según demostraron dos investigaciones sucesivas de un grupo de científicos italianos especializados en la materia de los hospitales de Fatebenefratelli (Roma) y Bolognini (Bérgamo), y de las universidades de Ancona y Pavía.
El primero, publicado en 2020, encontró microplásticos en las placentas de seis mujeres sanas de edades comprendidas entre los 18 y los 40 años y con gestaciones normales mediante un estudio de la composición química y la estructura molecular de la sangre. El segundo, de 2022, halló microplásticos en el 75% de muestras de leche materna analizadas en 34 madres primerizas sanas.
Origen: Lo que la ciencia sabe del impacto del plástico en la salud humana – Climática








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