Los disruptores endocrinos son una amenaza silenciosa pero muy perniciosa para la salud reproductiva y sexual. Las interferencias en el sistema hormonal de mujeres y hombres no sólo puede alterar la libido sino adelantar la pubertad, disminuir la fertilidad y acelerar el progreso de enfermedades como el cáncer de mama. El hecho de ser invisibles y de causar efectos a indirectos a través de mecanismos muy complejos nos complica mucho la vida a los científicos para alertar a la población sobre sus riesgos.
Cada año la calidad y concentración de los espermatozoides por eyaculado masculino se reduce un 1 %. Lo dice un metaanálisis sobre más de 100 estudios publicados entre 1934-1996 que alerta de esta disminución acumulativa en poblaciones de varones de diferentes áreas geográficas del planeta. ¿El motivo? Todo apunta al efecto de la exposición a los “disruptores endocrinos”.
Origen: La contaminación silenciosa que nos está robando la fertilidad