En mi serie de novelas solidarias Pozos de pasión encontrarás aventuras, emoción, valentía, lucha de sexos y erotismo a mansalva ¿Quién da más?
Recientemente he tenido una controversia con una persona que ponía en duda que, de manera general, a las mujeres nos disgustara el cine pornográfico. Lo cierto es que sus propios datos no me parecieron muy convincentes. Según parece tan solo del 25 al 30% de los usuarios de porno por son mujeres, cuando, como todos sabemos, las mujeres constituimos más del 50% de la población. El recurso erótico por excelencia de la mujer parece ser la novela romántica, que apenas leen los hombres aunque incluye tanto o más sexo que una película pornográfica pero con elementos diferentes.
A mí me parece que el porno es machista y violento y esta persona argumentaba que probablemente no había visto suficiente. No entiendo muy bien este razonamiento. A mí no me gusta el jamón serrano porque me parece seco y salado y no creo que el hecho de repetir haga que me guste más. El jamón serrano es jamón serrano. Sin embargo, el jamón ibérico sí que me gusta. Al contrario del jamón serrano el ibérico me parece jugoso y aromático, un placer para los sentidos. La cuestión es que, aunque ambos productos vengan de la pata de un cerdo, son productos de calidades muy diferentes.
Yo soy solo una mujer y no puedo hablar por todas. Pero sí que puedo analizar los factores que tienen las películas porno para generar mi rechazo y preferir la novela romántica como tantas otras mujeres. Y también puedo intentar identificar qué deberían tener para que me parecieran atractivas. Voy a seguir dándole vueltas para intentar ser lo más objetiva posible y en los próximos artículos os cuento.
Los personajes, lugares y hechos de esta narración literaria son ficticios, aunque su parecido con la realidad es posible e incluso probable. Las instituciones reales citadas por su relevancia internacional y prestigio no tienen ninguna responsabilidad ni conocimiento sobre la ficción aquí descrita
Pozos de Pasión 
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