Los datos del estudio realizado en ratones obtenidos muestran que los hijos de padres expuestos al alcohol tienen una serie de dificultades relacionadas con la placenta, que incluyen una mayor restricción del crecimiento fetal, placentas agrandadas y disminución de la placenta.
La placenta suministra nutrientes al feto en crecimiento, por lo que la restricción del crecimiento fetal se puede atribuir a una placenta menos eficiente. Es por eso que la eficiencia placentaria es una métrica tan importante, ya que nos dice cuántos gramos de feto se producen por gramo de placenta. Según los autores del estudio, con la exposición paterna al alcohol, las placentas crecen demasiado mientras intentan compensar su ineficiencia en la entrega de nutrientes al feto.
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