En mi libro denuncio cómo las grandes empresas (a veces) ignoran su responsabilidad social, ambiental y política. De hecho, los que habéis leído Pozos de pasión sabéis que mi contrato de investigación es patrocinado por una multinacional gasística a través de una fundación de fomento del desarrollo. Pero, como dice el Prof. Xavier Ginesta en el artículo que he enlazado más abajo: «Los patrocinios no funcionan con hipocresía».
Algunos hablarán de «conspiraciones» por la complejidad de las redes de intereses, pero, en el fondo, no son tan complejas. Hay dos hechos incontestables: a) Todos quieren sacar tajada de los grandes negocios en el capitalismo y, b) el cliente manda en la sociedad de consumo.
En una sociedad de consumo, los clientes somos todos, por lo que las empresas buscan «conquistar» nuestros contratos. Y, como no nos van a rebajar el precio del servicio, al menos quieren «enamorarnos» con una imagen más cercana a la filantropía que a la explotación usurera. Es comprensible ¿Verdad?. Ahora que lo sabes ¿Qué vas a hacer al respecto?
Mientras gran parte de la comunidad internacional clama contra los planes de Vladimir Putin en Ucrania, llama poderosamente la atención el silencio de la UEFA, órgano rector del fútbol europeo. ¿El motivo? Sus intereses comerciales con la gasística semipública rusa Gazprom.
Origen: La crisis de Ucrania, la gasística rusa Gazprom y la geopolítica del fútbol
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