Aunque, según las estadísticas epidemiológicos, la COVID-19 mata a más personas del sexo masculino que del femenino, el hecho de no poder contar con asistencia durante el embarazo, el parto y el puerperio en sistemas sanitarios colapsados y sociedades que priman la salud del varón, incrementarán indudablemente la mortandad de las mujeres en muchos países . Este es un claro ejemplo de lo que significa la discriminación de género y de los efectos del género (que no del sexo) en la salud.
Ha disminuido la afluencia de mujeres que van a parir al hospital o al centro de salud, con lo que muy probablemente aumentará la mortalidad maternoinfantil, aunque aún no se disponen de datos al respecto.
Deja una respuesta