Una cerveza o una copa de vino durante el embarazo puede ser suficiente para producir en el feto lesiones neuronales, en el ámbito cognitivo y el conductual. “El alcohol ataca directamente al cerebro en primer lugar. Ese cerebro dañado puede provocar diferentes discapacidades que van a afectar a la persona toda su vida” asegura Nati Ruiz, Presidenta de Zero SAF, una asociación de padres con hijos afectados del trastorno de espectro alcohólico fetal, con sede en Murcia.
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