Espero, de corazón, que pases unas muy felices fiestas. Yo no soy muy religiosa, la verdad. Si me habéis leído lo sabréis. Pero es verdad que en estas fechas, a todos se nos activa la vena sensible ¿A que sí? Quedamos con los compañeros de trabajo, con los amigos de la Universidad, cenamos con la familia, con los que vienen de fuera… Es bonito volver a ver a aquellos con los que tanto hemos disfrutado, o quizás padecido. De todo hay.
También es el momento de compartir la lotería. Y quizás de disfrutar de la alegría de llevarse un pellizco o tan solo el reintegro que gastarse en la lotería del Niño. En la que no sé si sabes, tienes casi el doble de probabilidades de llevarte algún premio. Lo dicen los matemáticos ( https://theconversation.com/por-que-es-mas-probable-ganar-algo-con-la-loteria-del-nino-que-con-la-de-navidad-128909 ). Y si no, todos nos conformamos con tener salud ¿A qué tú también has repetido esta coletilla? Y es que, no por estar muy manida, deja de ser cierta.
Y ahora piensa en todas esas niñas y adolescentes que durante estas vacaciones de Navidad regresarán a sus países de origen para tener una fiesta muy especial. Una fiesta en la que sus familias les dirán que pasarán a ser mujeres adultas y a estar listas para sus futuros maridos. Será duro para ellas y para los que las quieren, pero les extirparán su clítoris y otros órganos sexuales por un supuesto bien superior: su aceptación social como esposas sumisas y fieles. Deberán superar el dolor de una operación realizada, en inmensidad de casos, sin anestesia. Y también las posibles infecciones de un procedimiento chapucero en pobres condiciones higiénicas que pueden dejarle secuelas permanentes a su sistema urinario.
Estas niñas, cuando vuelvan a España, se reintegrarán en sus colegios o institutos y continuarán su amistad con tus hijas o hijos. En algún momento, terminarán contándoles su secreto. No sé muy bien si entre lágrimas, u orgullosas de haber cumplido con una «tradición» de su cultura a pesar del dolor, el riesgo y la pérdida de una parte fundamental de su derecho a la salud sexual. Lo primero es triste, pero lo segundo es monstruoso, porque mantendrá este círculo vicioso indefinidamente.
En Médicos del Mundo llevan años desarrollando un programa para cortar ese círculo. Es importante para toda persona mantener el orgullo de su origen y cultura, eso tenemos que entenderlo, pero no a costa de perder su salud. Se pueden tener ambas cosas. Por ello, el programa de esta ONG se basa en la formación y coordinación de mediadoras y mediadores culturales. Muchas veces son personas del mismo país, con vivencias similares; mujeres que fueron mutiladas en su infancia y juventud y que, con los años, han sufrido las nefastas consecuencias de esta práctica. Tienen la suficiente empatía para saber cómo hablarles a sus paisanas. También hay hombres que ayudan a otros hombres maduros a rechazar que sus hijas sean mutiladas, apoyándoles y dándoles argumentos. Y también los jóvenes a valorar que sus futuras esposas sean mujeres sanas, sin cicatrices que interfieran en su vida sexual y reproductiva.
Los que hemos vivido esta realidad sabemos que es compleja y que no se puede acabar con ella de un plumazo, si lees mi historia, lo sabrás. Será largo y necesitará de mucha perseverancia. Las leyes, por sí solas, no son suficientes para cambiar esta realidad. En Médicos del Mundo llevan trabajando mucho tiempo en un programa educativo contra la Mutilación Genital y necesitan nuestro apoyo.
Así que, si te ha tocado algún piquito en la lotería, o simplemente quieres compartir tu salud durante estas fechas tan señaladas, te pido que dones 5 o 10€ en https://www.migranodearena.org/reto/20920/reto-literario-de-sensibilizacion-y-divulgacion-sobre-salud-reproductiva-y-sexual-mutilacion-genital. Podrás hacerlo de forma segura con tu tarjeta bancaria, como compras en Google Play o en Amazon . También me gustaría que oyeses lo que tengo que contar a través de mis aventuras. Estoy convencida de que te engancharán en cuanto empieces a leerlas.
Deja una respuesta