¿Sería el trabajo doméstico tan menospreciado si lo realizaran los hombres? Probablemente no. Es indignante leer lo que la legislación juzga sobre este tipo de trabajo. Me pregunto si las administraciones no deberían responsabilizarse de organizar y respaldar a estas trabajadoras para que adquieran un nivel de protección equivalente al de cualquier trabajador. Los mayordomos, vigilantes y jardineros también realizan sus tareas en casas ajenas y no por eso dejan de tener regímenes laborales regulares.
Además de la situación de irregularidad administrativa, los déficit de control permiten que en el trabajo doméstico pueda haber una masa importante de trabajo informal/trabajo no declarado. Sin contratación ni vinculación al Sistema de Seguridad Social o, si la hay, infracotizando. La cotización por debajo de las horas reales de trabajo ha sido abordada recientemente por la Inspección de Trabajo.
Al final, la informalidad hace inútiles los derechos sociales reconocidos al colectivo de los trabajadores del hogar. Esos derechos serán difícilmente exigibles si antes han de demostrar la existencia de una relación laboral, pero con serias dificultades de prueba.
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