Un poco de anatomía siempre ayuda a comprender: la ablación del clítoris no es análoga a la circuncisión, sino a la mutilación del glande del pene. Aparte de los riesgos para la vida de hemorragias e infecciones porque la irrigación sanguínea del glande es enormemente superior a la del prepucio, las cicatrices que deja semejante mutilación ya no permiten unas relaciones placenteras, sino muy dolorosas.
Deja una respuesta